La experiencia FLII y el potencial de los Millenials

En el marco de la apertura de las oficinas de Socialab en México, fuimos invitados a participar en el Foro Latinoamericano de Inversión de Impacto 2015, el FLII, organizado en Mérida, México por New Ventures México, aceleradora de empresas sociales y ambientales.

El foro es una de las principales reuniones del sector, donde se encuentran inversionistas, aceleradoras, fundaciones, actores de gobierno, corporativos, emprendedores, y actores de alrededor de todo el continente.

Fue mi primera participación en este foro y, sin duda, me llevo una gran experiencia al ver el nivel de colaboración que éste genera entre todos los actores de un ecosistema en crecimiento.

Participé en un panel sobre el tema los Millenials: “presente y futuro de una generación de cambio.” Nunca había analizado en profundidad sobre cómo esta categorización etaria/generacional se podría relacionar con lo que hacemos desde Socialab: resolver problemáticas sociales a través del emprendimiento y la innovación. Luego de varias buenas conversaciones con Natalia, Carol e Israel, mis compañeros de panel, llegamos a algunas conclusiones que creo pueden ser relevantes para los que nos movemos en el ecosistema de innovación y emprendimiento social.

Realizando una breve revisión bibliográfica sobre qué son los millenials, pude notar varias cosas: son jóvenes entre 18 y 35 años (los jóvenes de espíritu también cuentan), hiperconectados, multitarea, con bajo respeto a la autoridad, sin miedo a arriesgar, narcisistas (basta mirar nuestros perfiles de Facebook), empoderados, buscando la satisfacción personal, sentido y la autotrascendencia, enfocados a la acción, etc.

Tres reflexiones se me vienen a la cabeza. Primero, la mayoría de los emprendedores sociales con los que trabajamos caen dentro de esta categoría. Son personas excepcionales, sin límites y con un propósito claro: transformar el mundo para bien. Creo que es muy relevante que la sociedad en su conjunto (empresas, estado, academia, ONG y otras organizaciones de la sociedad civil) acepten a esta generación tal como es y adapten sus estructuras para sacar lo mejor de cada uno de estos millenials. Eliminar jerarquías excesivamente piramidales, crear organizaciones con propósito para evitar la rotación, propiciar espacios de innovación, no enseñar en base a dogmas sino generar espacios de debate y conversación, perder un poco el control y fomentar la autonomía, etc. Creo que sólo así la sociedad en su conjunto se podrá beneficiar del potencial ilimitado de los millenials.

Segundo, nunca he estado muy de acuerdo con las categorizaciones tan acotadas, porque de alguna manera dejan fuera a muchos y tienden a perder la riqueza de la diversidad. Hace falta preguntarnos quiénes están quedando fuera de esta posibilidad de construir el futuro. Los que no están conectados, los que no tienen tiempo para soñar, quienes no cuentan con las herramientas para emprender y empoderarse con sus causas. Aquellos excluidos de ser millenials, aquellos excluidos de la sociedad. En algunos casos, la discriminación positiva tiende a ser una posible salida. Yo no estoy de acuerdo con ello, por muy positiva que sea, es discriminación. Generemos espacios donde potenciales emprendedores de todas las realidades y segmentos socioeconómicos se encuentren, conversen y se co-inspiren. No nos quedemos en “los mismos de siempre”. El talento está distribuido de manera equitativa en la sociedad. No preguntemos de dónde vienen, pongamos énfasis en hacia dónde van.

Finalmente, el deber de los que trabajamos en este ecosistema es mantener un cable a tierra. Por muy multitarea que seamos, hay que mantener el foco y la conexión interior y exterior. Debemos conectarnos con nuestro interior, preguntarnos por el propósito de hacer lo que hacemos. Tenemos que estar conectados con el exterior, conocer a nuestro entorno, compartir directa y constantemente con clientes, usuarios, proveedores, colaboradores o como queramos llamarles. No dejemos que la rapidez, la infinidad de información y la multiplicidad de oportunidades nos hagan olvidar para qué hacemos lo que hacemos.

Un agradecimiento especial desde Socialab a los organizadores del FLII 2015, una excelente instancia para poder pensar, diseñar y construir el futuro del impacto social en latinoamérica y ojalá alrededor del mundo. Creo firmemente que estos espacios de colaboración, co-creación y co-inspiración, sin prejuicios ni dogmas, son los que nos van a llevar a construir el presente y futuro del mundo que queremos para nuestros hijos.

Matías Rojas es Gerente de Operaciones de Socialab Latam. Te invitamos a seguirlo en Twitter @matiasrojasdl

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